|
Ayuda a la Comunidad |
![]() |
|||||||||
|
|||||||||
|
|||||||||||||||||||||||||||
|
|||||||||||||||||||||||||||
RESPETO POR LA AUTODETERMINACIÓN
La carencia de servicios operativos, como la asistencia domiciliaria, y los reducidos recursos sociales y económicos de muchos ancianos, a menudo dificultan la permanencia en el propio domicilio, cuando sobreviene la invalidez, la no-autosuficiencia física o psíquica. Para muchos, la única respuesta parece ser el ingreso en una institución. Ayudar a los ancianos a permanecer en su propia casa, incluso cuando las fuerzas declinan, es el objetivo fundamental de la Comunidad. Por este motivo se ha puesto en marcha un servicio que recoge las peticiones que llegan a la comunidad de parte de ancianos, de sus familiares, y de servicios públicos (médicos, hospitales, asistentes sociales). Estas peticiones están orientadas generalmente en la búsqueda de soluciones de apoyo en el domicilio. De la experiencia de servicio a los ancianos madurada por la Comunidad de Sant'Egidio ha surgido la posibilidad de prevenir el ingreso en una institución a través de programas personalizados que pongan en comunicación todos los recursos sociales, físicos y económicos que se pueden utilizar a favor del anciano, creando de esta manera, a través de una concreta sinergia, una alternativa a la residencia. A menudo, la falta de perspectivas diferentes, de información, de coordinación o incluso la ausencia de un esfuerzo directo que active los recursos ya existentes, determinan el ingreso en una institución. En efecto, en muchas situaciones la sencilla propuesta de una ayuda mínima, hace que el anciano y su familia se decidan por una solución diferente a una residencia.
En la mayoría de los casos atendidos a través de esta intervención es posible desarrollar una acción de enlace entre servicios y ancianos, entre servicios y familias, ofrecer una ayuda concreta en la organización de la vida cotidiana, integrar intervención pública y privada, reelaborar la petición de ingreso en una residencia, transformándola a menudo en una solución diferente, más aceptable para la familia y para el mismo anciano. En el último año, por ejemplo, siempre en Roma, de 860 peticiones de dicho tipo, llegadas a la Comunidad, más de la mitad se han solucionado con la permanencia en casa del anciano. Para favorecer esta permanencia es importante activar y coordinar en red todos los recursos disponibles, que van desde la asistencia domiciliaria del Ayuntamiento, a los servicios de asistencia domiciliaria extra hospitalarios (asistencia de enfermería y fisioterapéutica a), desde el vecino de casa que ayuda al comerciante que se presta a llevar la compra a domicilio, de los conocidos que le visitan, al control telefónico mediante instalaciones de teleseguridad, a las peticiones de ayudas y subsidios económicos que los entes adjudican a los indigentes. Nuestro servicio tiene una función catalizadora al establecer la red que el anciano sólo no puede poner en marcha. Además, muchas personas que quieren ayudar a los ancianos a menudo no saben como hacerlo.
Cuando el regreso o la permanencia en el propio domicilio no es posible, la alternativa a la mega institución se realiza a través del ingreso en estructuras más pequeñas de carácter familiar, como pueden ser las casas de acogida o residencias de pequeñas dimensiones, privilegiando también, como criterio de elección, la preferencia del anciano: la cercanía al barrio de origen o a los propios familiares. |
Menu
LEA TAMBIÉN
|