LA ASISTENCIA DOMICILIARIA
Los gestos de la amistad
Los ancianos atendidos por la asistencia domiciliaria son 7.000 en Italia, 2.000 en el resto de Europa (Alemania, Bélgica, España, Portugal, Irlanda, República Checa, Hungría, Ucrania, Rusia), 1.000 en América Latina (Guatemala, Salvador, Argentina) y en América del Norte, donde recientemente han nacido varias Comunidades de Sant'Egidio. Más de la mitad de estos ancianos supera los 75 años de edad; los 2/3 viven solos. Son los más frágiles, para ellos el riesgo de ingreso en una institución, a breve / medio plazo, es más alto. Más de un tercio de los ancianos no es autosuficiente o lo es parcialmente. La enfermedad, la invalidez, las dificultades son motivos añadidos para multiplicar los esfuerzos y la cercanía, para que los ancianos puedan permanecer en sus casas. Es posible acompañar al anciano cuando se consume físicamente, por la enfermedad, por la pérdida de la autosuficiencia. Está claro que esto quiere decir sobre todo intervenir para responder a las necesidades primarias, a las que están unidas a la supervivencia. Prioritaria es la atención de la persona, el control del estado de salud. La atención a la salud está dirigida a prevenir la invalidez y la no-autosuficiencia, a evitar el agravamiento de la enfermedad, y a promover el bienestar físico, psíquico y social de los ancianos. Con esta finalidad se efectúan:
Control de la presión arterial, de la frecuencia cardiaca, de la temperatura corporal.
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Roma
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Control glicémico.
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Control y administración de terapias.
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Control de la dieta.
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Prevención de las llagas de decúbito.
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Correcto posicionamiento y recuperación de la funcionalidad de las articulaciones en los enfermos en cama.
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Movilización de los enfermos en cama.
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Higiene personal y atención a la persona.
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Apoyo en las actividades de la vida cotidiana (vestirse, levantarse de la cama, cocinar, etc.)
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Acompañamiento a visitas a especialistas.
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Contactos con el médico de cabecera, con los especialistas, con los médicos del hospital.
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Pequeñas urgencias.
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Asistencia en hospital en caso de ingreso.
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Otros tipos de intervención son:

Roma
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Atención a la vivienda (limpieza, pequeño mantenimiento, compra y varios)
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Gestión de prácticas administrativas.
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Acompañamiento para el cobro de la pensión.
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Contactos con amigos, vecinos, familiares.
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Apoyo al núcleo familiar.
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La voluntad de vivir es decisiva cuando se es anciano. Está bien documentado, incluso por la literatura científica, el triste fenómeno de la "erosión suicida", es decir, dejarse morir lentamente en ausencia de motivos válidos para vivir. No se debe olvidar, pues, lo que pueden parecer necesidades secundarias, pero que al contrario pueden incidir significativamente en la supervivencia. Las relaciones sociales, la ocupación del tiempo, la cultura, el trabajo, la vida de fe, son dimensiones muy relevantes para todos, pero que sobretodo en la edad anciana determinan la dignidad o la indignidad de la propia existencia, el deseo de vivir o de dejarse morir. Las ayudas que se mueven en este sentido son:
Ayuda a la práctica religiosa.
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Dublín
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Apoyo a la vida social y familiar.
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Salidas.
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Comidas o cenas fuera.
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Fiestas.
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Reuniones, encuentros, conferencias.
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Representaciones teatrales.
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Actividades ocupacionales.
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Vacaciones de verano.
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Acompañamiento para salir de casa.
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