Tras las elecciones generales del pasado 9 de octubre, cuyo resultado fue cuestionado por algunos partidos de la oposición, Mozambique ha vivido protestas y manifestaciones que en varios lugares del país han dado lugar a episodios violentos. Sant’Egidio ha lanzado un llamamiento por el diálogo y la paz.
En medio de un clima de tensión, algunas oficinas de distrito de registro civil y varias Conservatorias (oficinas de registro civil) han sido saqueadas. En la provincia de Nampula, donde el programa Bravo! ha abierto en los últimos años 31 centros de inscripción gratuita al registro civil en hospitales y centros sanitarios de los distintos distritos, ha habido episodios de desórdenes. Es especialmente simbólico el caso del Mecuburi, donde Bravo! empezó su actividad de inscripción gratuita de niños en el registro civil en 2011, y donde rehabilitó la Conservatoria central y reorganizó el archivo de registro civil de una población de unas 200.000 personas.
En la zona también ha habido enfrentamientos y asaltos a edificios públicos, y la Conservatoria corría peligro de quedar destruida. Pero la actuación de algunas familias que intervinieron para calmar los ánimos y para demostrar la importancia de aquel lugar para el futuro de sus hijos, fue determinante y evitó la destrucción de la oficina y de sus registros.
Un episodio similar se dio en la periferia de Nampula, durante una campaña de inscripción gratuita de los alumnos de la Escola Primaria Completa de Murrapaniua 2. Cuando estallaron las manifestaciones, los padres escoltaron a los activistas de Bravo! para ponerlos a salvo y, sobre todo, para proteger los archivos de registro civil.
Estos episodios ponen de manifiesto que con el paso de los años el programa Bravo! ha creado una cultura, ha difundido la importancia de la inscripción en el registro civil, premisa indispensable para el ejercicio de los derechos humanos, para el acceso a la educación, a un trabajo digno, oponiéndose así a la violencia. Es también una premisa para construir un país auténticamente democrático.